El Alcoholismo en la familia
El alcoholismo no sólo afecta a la persona que toma, indudablemente afectará a la familia. Para la familia representa un desgaste emocional, ya que la persona que aman ha cambiado debido al consumo y a pesar de tratar de ayudar al familiar, generalmente existe una resistencia, lo cual hace que la dinámica familiar se vuelva tensa y dolorosa. Podríamos decir que toda la familia enferma por el alcoholismo.
¿Qué pasa en la pareja del alcohólico?
Podemos hablar de tres etapas que se viven en la pareja:
- Tolerancia: la pareja en esta fase perdona el comportamiento y consumo de la pareja con alcoholismo, suele minimizar la conducta y le quita importancia, piensa que es una etapa por la que pasa y tiene una actitud positiva ante la situación.
- Contemplación: la pareja nota que el consumo no es normal, de forma encubierta trata de intentar controlar el consumo de alcohol de la pareja.
- Intolerancia: es cuando la pareja reconoce que su pareja tiene un problema, intenta afrontar la situación y expresarlo con la pareja, en algunos casos, pueden ocurrir las separaciones o condicionamiento de la pareja para que haga algo para resolver el problema.
Tener una pareja que sufre de alcoholismo, representa un gran reto, ya que se tiene un lazo afectivo fuerte con la persona, constantemente se añora el pasado.
Al convivir diario con la pareja, se enfrenta a los cambios del estado de ánimo y comportamientos de la pareja, que en muchas ocasiones tienden a la agresión.
¿Qué pasa si hay hijos?
En las relaciones paterno-filiales en familias de alcohólicos existe una desestructuración e inestabilidad que afectan al crecimiento intelectual y emocional del menor, como los siguientes:
- Hay irritabilidad del progenitor alcohólico, que a menudo se convierte en hostilidad y violencia.
- Presencia de trastornos afectivos como depresión en los padres.
- Repercusiones negativas en el ambiente laboral y en consecuencia problemas económicos en la familia.
- Empobrecimiento de las relaciones sociales.
- Ausencia de unos o ambos progenitores.
- Escasa o nula implicación en la educación de los hijos. El alcohólico no dedica el tiempo necesario a desarrollar actividades conjuntas con sus hijos.
- Falta de afecto por parte de los padres, ya que la mayoría de atención está fijada en la persona con alcoholismo. Y el padre alcohólico, centra su atención en beber.
Esta dinámica afecta en el desarrollo de los niños, cómo se estructura su personalidad, de hecho, se ha asociado que los niños con padre/ madre alcohólica tienden a ser agresivos, tienen baja autoestima, se aíslan socialmente, presentan depresión, ansiedad, etc.
Realmente los niños quedan afectados emocionalmente y existen dificultades para desarrollarse conforme van creciendo.
Podemos concluir que si un familiar es alcohólico es importante que toda la familia reciba atención psicoterapéutica, ya que todos fueron afectados por la enfermedad, en distintas formas.
La Dra. Estephania Del Aguila Flores médico psiquiatra, psicoterapeuta egresada del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez y la Universidad Nacional Autónoma de México, galardonada con el Premio Nacional de Excelencia 2017 y el Premio Nacional de la Mujer 2018. Apasionada de la difusión de información sobre la salud mental y emocional. Conductora del programa Salud Emocional TV y Salud Emocional Radio perteneciente a la Clínica Emocia.
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La Psicóloga Brenda Trejo Rodríguez , es egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México.Apasionada por la atención en psicología clínica, la información en salud mental y el conocimiento de los fenómenos psicológicos en niños y adolescentes.@emociamx
Referencias:
Lloret, D. (2001). Alcoholismo: una visión familiar. Salud y drogas. 1(1).