Muchas veces cuando una persona se siente triste o está cursando con un cuadro de depresión podría pensar que el comer algo azucarado le hará sentirse mejor, como un chocolate, helado o dulce. Pero ¿qué pasaría si nos dijeran que el exceso de azúcar causa depresión? La revista Scientific Report en su número de julio de este año publicó los resultados de una investigación a largo plazo que se hizo a un grupo de más de 23000 personas donde se comprobó que aquellas que consumían grandes cantidades de bebidas o alimentos azucarados tenían mayor riesgo para presentar depresión.
Pero ¿por qué el consumo de azúcares causa depresión?
Hay varias explicaciones:
El consumo de carbohidratos se ha asociado con el aumento de los marcadores inflamatorios circulantes, que pueden deprimir el estado de ánimo.
El azúcar es adictiva causando alteraciones en neurotransmisores como la dopamina esto provoca cambios en el estado de ánimo.
Por otro lado las altas ingestas de azúcar desencadenan obesidad y sobrepeso, que tiene afectación a nivel psicosocial por consecuencia causar depresión y/o baja autoestima.
En conclusión el azúcar puede hacernos sentir mejor a corto plazo, pero siempre debemos de cuidar la cantidad de azúcar que estamos dispuestos a ingerir diariamente, permitiendo cuidar nuestro peso pero también nuestra mente.