Suicidio en números
Suicidio etimológicamente significa “matarse a sí mismo”, es un significado fuerte, que nos puede hacer enmudecer, hay ocasiones que tratamos de no hablar del tema, pensando “si no lo digo, no existe”, la verdad es que negarlo, sólo aumenta el fenómeno y la estadística lo confirma.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se le considera un problema grave de salud pública, que ha ido aumentando a nivel mundial y México no es la excepción.
De acuerdo con el INEGI, en México en el 2016, se reportaron 6 291 fallecidos por suicidio, de los cuales 5 116 eran hombres, estaríamos hablando que, de cada diez suicidios, ocho son cometidos por hombres, mientras que dos de cada diez son realizados por mujeres.
Tal vez te preguntarás, por qué más hombres, no hay una certeza, pero se ha especulado que puede ser por la impulsividad, los métodos más letales para realizarlo, aunado a la demanda social de reprimir emociones.
De manera general, la población más vulnerable son los jóvenes de 20 a 29 años, entre los factores de riesgo se encuentran los problemas familiares, amorosos, depresión y ansiedad, el abuso de drogas, etc.
El suicidio no sólo afecta a la persona que lo realiza, sino también impacta en la familia, los amigos y la sociedad, las emociones perduran aún mucho tiempo después de la pérdida, puede haber sentimientos de culpa e incomprensión.
¿Suicidio y herramientas tecnológicas?
Tras estudios se han encontrado ciertas deficiencias en la atención médica del suicidio, como:
- Identificar de manera proactiva el riesgo de suicidio.
- Actuar de manera eficiente por seguridad.
- Identificar proactivamente el riesgo de suicidio.
Ante ello, ha surgido la propuesta de utilización de aparatos electrónicos, que ayuden a las personas más vulnerables al suicidio, por ejemplo, aquellas que hayan tenido un intento de suicidio, una enfermedad crónica, enfermedad mental, etc.
Las aplicaciones buscan medir cómo se va sintiendo la persona y dar un aviso en caso de focos rojos, a su vez tener una interacción con la persona, de alguna forma para establecer un acompañamiento, sin embargo, no se ha comprobado la eficacia.
Podríamos decir que puede ser una herramienta que ayude al trabajo con las personas, pero no sustituye una atención especializada de un psiquiatra o psicólogo.
Desafortunadamente, no hay una prevención adecuada, por el tabú que aún es este tema, pero recuerda, el suicidio se puede prevenir, hablar de ello es una solución.
La Dra. Estephania Del Aguila Flores médico psiquiatra, psicoterapeuta egresada del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez y la Universidad Nacional Autónoma de México, galardonada con el Premio Nacional de Excelencia 2017 y el Premio Nacional de la Mujer 2018. Apasionada de la difusión de información sobre la salud mental y emocional. Conductora del programa Salud Emocional TV y Salud Emocional Radio perteneciente a la Clínica Emocia.
Síguela en redes sociales como
La Psicóloga Brenda Trejo Rodríguez , es egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Apasionada por la atención en psicología clínica, la información en salud mental y el conocimiento de los fenómenos psicológicos en niños y adolescentes.
Referencias
Borges, G., Medina, M., Orozco, R., Ouéda, C., Villatoro, J.& Fleiz, C. (2009). Distribución y determinantes sociodemográficos de la conducta suicida en México. Salud mental, 32(5), 413-425. Recuperado en 12 de julio de 2019, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-33252009000500008&lng=es&tlng=es
Torous, J.(2019).Leveraging Digital Health and Machine Learning Toward Reducing Suicide From Panacea to Practical Tool. American Medical Association.