Enamoramiento

Enamoramiento ¿Quién no ha estado enamorado?

Recordemos ese momento especial en que sentimos que la otra persona es todo para nosotros, vivimos las emociones al máximo, hay nerviosismo por ver a esa persona significativa, sentimos una euforia y deseo “pareciera que todo es felicidad”.

¿Qué pasa en mi cerebro en el enamoramiento?

Químicamente esto se debe en parte a la liberación de dopamina (sustancia o neurotransmisor que secretan las neuronas), esta sustancia nos provoca sentirnos de esta manera… en esos momentos podemos pensar que el amor todo lo puede.

Aunado a lo anterior, proyectamos en la otra persona aquello que quisiéramos tener, llegamos a distorsionar la realidad, mentalmente hacemos todo lo posible para que nuestra pareja encaje con nuestro ideal, de hecho, en nuestro cerebro el aumento de la norepinefrina hace que nos centremos en las cualidades positivas y se desestimemos las negativas de la persona amada, es por eso que podríamos pensar “Mi pareja es perfecta” pero ¿realmente lo es?

Te lamentamos desilusionar, pero esto no es así, todas las personas tenemos defectos y esto lo puedes ver después que concluye la etapa del enamoramiento, que en promedio suele durar 1000 días, después de ello la cantidad de dopamina va disminuyendo, por lo cual vamos viendo a la persona como realmente es, en esta nueva etapa somos más reflexivos y menos emotivos, en este momento hay decisiones importantes que tomar y podemos seguir dos caminos:

  • Nos damos cuenta de las cualidades de la persona, valoramos el amor y estabilidad, por lo cual se consolida la relación.
  • Se busca otra pareja que nos haga pasar otra vez la etapa de enamoramiento.

Después del enamoramiento, si se decide permanecer con una persona pasamos a la etapa del amor compasivo, donde los apegos se hacen fuertes, se ama por sus capacidades y virtudes de la pareja.

Si se concluye la relación y no era lo que nosotros queríamos, hay un dolor emocional, por un lado, hay tristeza por lo que concluyó y por otro, hay un enorme enojo que incluso se llega a desear la venganza hacia esa persona que no ve nuestro sufrimiento y no reconoce el sentimiento de amor hacia él.

Es un duelo que se tiene que pasar, pero ciertamente “No podemos vivir sin amor” el amor enseña al cerebro, lo va fortaleciendo ante nuevas experiencias, le permite posteriormente manejar de distinta manera el dolor y restablecerse emocionalmente más rápido, además nos prepara para tomar mejores decisiones.

Todos podemos amar, el amor es maravilloso pero cambiante, creciente y decreciente como un mar que puede ser divertido, excitante, peligrosos y relajante, y probarlo nos puede enseñar a nadar.

Referencia

Calixto, E. (2017). Un clavado a tu cerebro. México: Aguilar, pp. 1-301.

La Dra. Estephania Del Aguila Flores médico psiquiatra, psicoterapeuta egresada del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez y la Universidad Nacional Autónoma de México, galardonada con el Premio Nacional de Excelencia 2017 y el Premio Nacional de la Mujer 2018. Apasionada de la difusión de información sobre la salud mental y emocional. Conductora del programa Salud Emocional TV y Salud Emocional Radio perteneciente a la Clínica Emocia.

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La Psicóloga Brenda Trejo Rodríguez , es egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Apasionada por la atención en psicología clínica, la información en salud mental y el conocimiento de los fenómenos psicológicos en niños y adolescentes.

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