Una no es ninguna… ¿alcoholismo?

Alcoholismo. El consumo de alcohol se ha normalizado culturalmente, que ocupamos cualquier pretexto para tomar, por ejemplo, en una fiesta puede faltar el pastel, la comida, pero nunca el alcohol, porque solemos pensar que alcohol es sinónimo de fiesta, el problema, no es que queramos tomar una copa, sino las razones por las que estamos tomando y que no podamos manejar el consumo.

Pero ¿por qué tomo?

Fisiológicamente sabemos que se generan cambios en nuestro cuerpo, de manera momentánea podemos sentir una sensación de felicidad, debido a la dopamina segregada en el cerebro, aunado a ello nos desinhibimos y podemos hacer cosas que estando sobrio no haríamos, pero qué creen, justamente esto nos va poniendo en riesgo.

El alcohol al propiciar la impulsividad nos dificulta poder razonar la situación, podemos pensar que no podemos solucionar la cosas y tomar decisiones desbordados por la emoción, incluso, en las situaciones más graves podemos pensar en el suicidio.

Generalmente, la persona consume alcohol cuando está viviendo situaciones complicadas, al no encontrarse estable emocionalmente, es difícil que pueda regular su consumo, lo que sucede es que al encontrar una sensación de alivio momentánea, se quiere repetir esa sensación y nos podemos volver dependientes a la sustancia, puede que digas “yo tomo poquito” sin embargo, la dependencia inicia con un pequeño consumo, hasta que nuestro cuerpo demanda más y ya no sabemos cómo parar.

Aunado a ello el alcoholismo puede estar acompañado de otro trastorno, por un lado, se piensa que alcohol puede propiciar otros trastornos como la depresión, la ansiedad, etc., pero a su vez, puede ser que la persona ya se padezca un trastorno y los síntomas nos hagan enredarnos en el alcohol, ya que no queremos sentirnos de esa manera.

¿Soy dependiente al alcohol?

Se puede decir que una persona es dependiente cuando el consumo de alcohol se ha convertido en una parte fundamental de su vida, podría decirse que no puede disfrutar de los momentos si no toma, dejando de hacer actividades y obligaciones por el consumo de alcohol, prácticamente se ha vuelto una manera de enfrentar sus emociones.

Puede ser complicado darnos cuenta que tenemos un problema, lo que sucede en la mayoría de veces es que negamos el problema, nos asusta tanto, que buscamos la manera de racionalizar nuestro consumo.

El primer paso para dejar de beber es aceptar que tenemos un problema, es cierto que es un proceso poder dejar el consumo, puede haber recaídas, pero podemos trabajar para sentirnos mejor y lograr que el alcohol no sea quién dirija nuestra vida, acude con un psiquiatra.

La Dra. Estephania Del Aguila Flores médico psiquiatra, psicoterapeuta egresada del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez y la Universidad Nacional Autónoma de México, galardonada con el Premio Nacional de Excelencia 2017 y el Premio Nacional de la Mujer 2018. Apasionada de la difusión de información sobre la salud mental y emocional. Conductora del programa Salud Emocional TV  perteneciente a la Clínica Emocia.

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La Psicóloga Brenda Trejo Rodríguez , es egresada de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Apasionada por la atención en psicología clínica, la información en salud mental y el conocimiento de los fenómenos psicológicos en niños y adolescentes.

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Referencias:

Gual, A. (2008). Alcohol y atención primaria de la salud: informaciones clínicas básicas para la identificación y el manejo de riesgos y problemas. Washington: Organización panamericana de la salud.

 

Sánchez, J., Álvarez, P. & Rodríguez, J. (2012). Trastornos psiquiátricos asociados a alcoholismo: seguimiento a 2 años de tratamiento. Actas Especialidad Psiquiatría, 40(3):129-35